Cada innovación tecnológica de los últimos 100 años ha tenido entre de sus desarrolladores un equipo de diseñadores detrás del concepto de producto, sus variaciones, detalles finales y un hermoso compendio de elementos que han ido forjándose como tradición y método
Un Diseñador está capacitado tanto para diagnosticar una ausencia tecnológica y desarrollarla, como para incorporarse a proyectos en desarrollo o realizar re-interpretaciones de productos existentes.
El diseño se estableció como una disciplina mixta para especializar los dibujos necesarios para realizar impresos, configuraciones y todo tipo de construcciones. Naturalmente cada tradición de oficio desarrolló su propia y auténtica manera de diseñar, haya sucedido esto antes, durante o después del diseño, será al menos en formas generales lengua común, la forma.
En los últimos 30 años, lo digital condicionó drásticamente los procesos de diseño y también creó un universo virtual, lo cuál modificaría especialidades existentes y daría lugar a la aparición de nuevas otras. Opuesto a esta digitalización, una parte del diseño se ha centrado hace ya más de una década en estudiar a las personas y sus organizaciones.
PROYECTAR es mirar el futuro a través de una representación. La representación comienza con la verbalización de una idea, indicio, problema o asunto, continuada con dibujos simples llamados CROQUIS, que anticiparán otras formas de representación tales como: ESQUEMAS, PLANOS, PLANTILLAS, COMPOSICIONES VISUALES, ILUSTRACIONES, MODELOS 3D, ESTRUCTURAS PARAMÉTRICAS, MAQUETAS, SIMULACIONES, PROTOTIPOS y/o los formatos de cada sub-especialidad.
PROYECTAR es también normar sobre un propósito en continuo estudio con la mejor coordinación posible para plazos existentes. De proyectar también podría decirse que es darle forma al futuro.